miércoles, 7 de enero de 2015

Preservando la memoria en joyas de papel

 Para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Patrimonio Documental  es “aquello que consigna algo con un propósito intelectual deliberado”. Documentos albergados en bibliotecas, archivos y museos; todos reflejan la diversidad de los pueblos, las culturas y los idiomas. En este sentido, como una iniciativa internacional, la UNESCO creó el Programa Memoria del Mundo (Memory of the World), pues, pertenecientes a todos, el Patrimonio Documental debe ser plenamente preservado, protegido y accesible como memoria colectiva de la humanidad. 

Fundada por el mismo General José de San Martín en 1821, la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), se posiciona como la institución cultural más antigua de la República. Su actual Director, Ramón Mujica, entiende que “No hay futuro sin pasado y tenemos que aprender de lo que el hombre ya ha vivido. La mejor manera de hacerlo es documentando cómo han sido los hechos”.

Con más de 7 millones de libros y documentos, la Biblioteca Nacional alberga un valioso fondo bibliográfico, hemerográfico y documental. Destacando desde los Incunables peruanos y europeos de finales del siglo XVI hasta obras del siglo XIX, la institución alberga  además importantes manuscritos y colecciones de partituras, partes y cifrados musicales, entre las cuales, las más relevantes son las composiciones del autor del Himno Nacional, José Bernardo Alzedo (1788-1878). De igual manera, poseen una colección fotográfica de archivos destacados como el de Eugène Courret, por ejemplo. “Es una manera de visibilizar los grandes momentos de la historia para bien o para mal (…) De hecho, la UNESCO ya declaró nuestros Incunables como parte de la Memoria del Mundo”, destaca Mujica.

Pero, no inmune al riesgo, la Memoria del Mundo, custodiada alrededor del planeta, corre peligro en la actualidad. Enfrentando amenazas como saqueos, dispersión, comercio ilícito, destrucción, entre otros; gran parte del Patrimonio Documental, capítulos enteros de la historia de un país, han desaparecido, dejando de lado una completa perspectiva del trazo de la evolución del pensamiento, de los descubrimientos y de los logros de la humanidad. El legado del pasado a la comunidad presente y futura se vería afectado.

Víctima de una larga historia de saqueos desde las épocas del ejército español, la Biblioteca Nacional no ha sido la excepción. Como un grave problema de seguridad y de honestidad, hasta hace unos pocos años, se constató que dentro de la institución había integrantes de una mafia traficante los cuales sustrajeron documentos históricos como cartas manuscritas dirigidas por Andrés Avelino Cáceres y Nicolás de Piérola. “El día antes que juramenté como Director Nacional, se descubrieron en la azotea de la gran biblioteca pública de Lima, al interior de un basurero, más de 3,000 manuscritos originales del Mariscal Cáceres”, señala Mujica. En consecuencia, mediante la construcción del circuito de robo, se pudo comprobar que a través del trabajo interno en áreas restringidas de la Biblioteca, la modalidad de hurto consistía en transportar los documentos por la basura. “Es un crimen de cultura”, advierte. 

De esta manera, a pesar de las pérdidas, con el fin de subsanar y reorganizar el compromiso de la BNP y con motivo de la celebración de su 190 aniversario, en el 2011 esta lanzó la campaña ‘En busca de los libros perdidos’, con el objetivo de recuperar el material bibliográfico sustraído y sensibilizar a la ciudadanía frente al cuidado del patrimonio cultural. “Nos dimos cuenta que esta situación traumática para la Biblioteca Nacional tenía que ser ventilada y que parte del proceso de curación de la Institución era haciendo público este problema que tenía en manos. Lo que se buscaba acá no era tanto a los ladrones, sino al libro, al bien perdido y crear conciencia que la BNP es la memoria escrita de todos los peruanos”, aclara su Director. La recompensa, que alude a la población del país y como señala el afiche de la campaña, será “30 millones de peruanos agradecidos”. 

En este sentido, cabe mencionar que existe una lista, pero incompleta, de los libros, periódicos y documentos faltantes con referencias y descripciones, pues los registros y fichas descriptivas de muchos documentos fueron eliminados. “Se pone en riesgo la memoria del país. Hay que querer a la patria”, comenta Mujica. Además, es necesario recalcar que todas las obras de la BNP, desaparecidas o no, están marcadas con el sello de la institución y así marcar su condición patrimonial. Se tratan de documentos que contribuyen al fortalecimiento de nuestra identidad como nación y al cultivo de  los valores universales de la humanidad.

Así, a través de una larga historia de robos, incendios y saqueos, en la actualidad son 881 los libros y documentos desaparecidos, entre ellos, un libro de Erasmo de Rotterdam, del cual solo hay tres ejemplares en el mundo y un incunable con antiguo vocabulario quechua. Sin embargo, desde los inicios de la campaña se ha logrado recuperar valiosas piezas como un documento del siglo XVII, escrito en español y en quechua, “Quaderno de directorio espiritual para el probecho de las almas”; así como “Questión moral, si el chocolate quebranta el ayuno eclesiástico”, obra del peruano Antonio de León Pinelo (1595-1660). De igual manera, Mujica indica que la campaña no solo ha logrado la recuperación de documentos, sino que “hay coleccionistas privados, personas que han heredado maravillas y que ahora sienten que la BNP es el lugar idóneo donde este material debe ser custodiado”. De esta manera, el Director estima que, actualmente serían aproximadamente 4,000 los documentos recuperados y donados.

“La idea es convertir a todos los peruanos en vigías de su patrimonio y en el caso del extranjero, de asegurarse que los libros sobre el Perú no hayan sido robados” enfatiza Mujica. Como aliados de la campaña, distintos intelectuales, gestores culturales, autoridades gubernamentales y organismos nacionales e internacionales han demostrado su apoyo a la Biblioteca Nacional del Perú. Entre estos, personajes como Mario Vargas Llosa, Fernando De Syszlo, Susana Baca, Alberto Fuguet e Imam Mohammed Mahmoud Aly son algunos de los muchos convocados a los que se  pidió que se pongan el polo de la campaña a fin de difundirla. 

Además, el apoyo de autoridades de organismos como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Suiza), el World digital Library del Congreso estadounidense, la Biblioteca Nacional de España, así como de la Universidad de Austin en Texas y de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), entre otros, ha sido fundamental para la difusión entre investigadores, bibliógrafos, editores y libreros, peruanos y extranjeros. 

Finalmente, como una prevención de nuevos robos, Mujica señala que a través de cámaras de seguridad, controles de existencia, inventarios y mediante todo un sistema de seguridad en la puerta de la Biblioteca se evitaría más sustracciones. Asimismo, indica el deseo de digitalizar todos los fondos, a fin de mostrar a los usuarios las versiones digitales y ya no las originales. “La historia es continua y la documentación que se está inscribiendo ahora, en la memoria del mundo del tiempo presente, podrá ser utilizada en las próximas centurias y la maravilla es que toda la información está en un solo lugar, está digitalizada. Lo extraordinario de esto es que es una manera de globalizar la información… para que no se pierda”.


Fuente: aquí

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