lunes, 9 de noviembre de 2015

33 libros bien llevados al cine

33 libros bien llevados al cine 

Año- Título de la película - Título del libro - Autor 


2011. Los descendientes-  Los descendientes, de Kaui Hart Hemmings.
2010. La red social-  Multimillonarios por accidente, de Ben Mezrich.
2009. Precious-  Push, de Sapphire.
2008. Slumdog Millionaire-  ¿Quiere ser millonario?, de Vikas Swarup.
2007. No es país para viejos-  No es país para viejos de Cormac McCarthy.
2005. Brokeback Mountain (En terreno vedado)- Brokeback Mountain, de Annie Proulx.
2003. El Señor de los Anillos: el retorno del Rey- El señor de los anillos III, de J. R. R. Tolkien.
2002. El pianista-  El pianista del gueto de Varsovia, de Władysław Szpilman.
1999. Las normas de la casa de la sidra- Las normas de la casa de la sidra, de John Irving.
1997. L.A. Confidential - L.A. Confidencial, de James Ellroy.
1995. Sentido y sensibilidad- Sentido y sensibilidad, de Jane Austen.
1994. Forrest Gump-  Forrest Gump, de Winston Groom.
1993. La lista de Schindler. La lista de Schindler, de Thomas Keneally.
1992. Regreso a Howards End. Regreso a Howards End, de E. Morgan Forster.
1991. El silencio de los corderos- El silencio de los corderos, de Thomas Harris.
1990. Bailando con lobos- Bailando con lobos, de Michael Blake.
1988. Las amistades peligrosas- Las amistades peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos.
1986. Una habitación con vistas- Una habitación con vistas, de E. Morgan Forster.
1985. Memorias de África- Memorias de África, de Isak Dinesen.
1978. El expreso de medianoche- Expreso de medianoche, de B. Hayes y W. Hoffer
1975. Alguien voló sobre el nido del cuco- Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey.
1974. El Padrino II- El padrino, de Mario Puzo.
1973. El exorcista- El exorcista, de William Peter Blatty.
1972. El Padrino- El padrino, de Mario Puzo.
1965. Doctor Zhivago- Doctor Zhivago, de Boris Pasternak.
1963. Tom Jones- Tom Jones, de Henry Fielding.
1962. Matar a un ruiseñor- Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.
1957. El puente sobre el río Kwai- El puente sobre el río Kwai ,de Pierre Boulle.
1956. La vuelta al mundo en 80 días- La vuelta al mundo en 80 días, Julio Verne.
1939. Lo que el viento se llevó- Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell.
1938. Pigmalión-. Pigmalión, de George Bernard Shaw.
1933. Mujercitas- Mujercitas, de Louisa May Alcott.
1931. Cimarrón- Cimarrón, de Edna Ferber.

Fuente: Mr. Davidmore

jueves, 5 de noviembre de 2015

Feria de Libros Amazonas - Cámara Popular de Libreros

La Asociación Cámara Popular de Libreros Alameda de la Cultura "Miguel Grau" o "Feria de Libros Amazonas", nació exactamente un 30 de diciembre de 1997 en la ciudad de Lima- Perú. 

En ésta etapa de fundación agrupa más de 5 asociaciones que se encontraban instalados en las diferentes cuadras de la avenida Grau y en otros puntos de nuestra ciudad de Lima centro; cabe destacar que muchos libreros que integraban en esas asociaciones, realmente ya venían ejerciendo ese labor de librero ya muchísimos años, por eso que muchos de nuestros asociados que hoy integran a ésta Institución Cámara Popular de Libreros Alameda de la Cultura "Miguel Grau" o "Feria de Libros Amazonas", pues ya vienen desempeñándose más de 35 años permanentemente. 
Sala Permanente de lectura en la Feria
de Libros Amazonas

Después de la fundación esta Institución fue trasladada o reubicada a través de una Resolución de Alcaldía en ese entonces Alcalde de Lima Dr. Alberto Andrade Carmona; el 8 de noviembre de 1998 fue instalado en cuadra 4 y parte de 5 del jirón Amazonas. 
Es por eso que la ASOCIACIÓN CUMPLE EL 8 DEL PRESENTE 17 AÑOS DE PERMANENCIA EN JIRÓN AMAZONAS, desde este punto de nuestra ciudad de Lima y de nuestro Perú, siempre promoviendo educación y cultura a nuestra ciudad y a nuestro país...

(Tomado del perfil en facebook Feria de Libros Amazonas)

martes, 13 de octubre de 2015

Día de la Biblioteca Penitenciaria en Perú


En el Perú, este 26 de octubre se celebra el Día de la Biblioteca Penitenciaria y Fomento de la lectura, en los establecimientos penitenciarios que cuentan con una biblioteca. 

El Día de la Biblioteca Penitenciaria y Fomento de la Lectura, se oficializa a través de Resolución Presidencial del INPE N° 279-2007-INPE del 17 de abril del 2007. En la Directiva N° 08-2007-INPE/P, publica la Directiva para la Administración de las Bibliotecas Penitenciarias y Fomento de la Lectura, que en la introducción dice:
"El derecho del interno a la información, disponer de los libros, periódicos, revistas y efectuar estudios a distancia, dentro del ámbito doctrinario de la resocialización, en concordancia con la política del Instituto Nacional Penitenciario. Constituir Bibliotecas Penitenciarias es dar un lugar preferencial y columna vertebral de la enseñanza-aprendizaje para contribuir en el desarrollo de la persona y resocialización del interno."

En este link puedes ver la resolución presidencial del INPE y la Directiva para la Administración de las Bibliotecas Penitenciarias y Fomento de la Lectura:


Y en la directiva, en la sección 6.10 Del fomento de la lectura en la letra "d" hace mención al día de la Biblioteca Penitenciaria y del Fomento de la Lectura:

domingo, 4 de octubre de 2015

Libro "¿Camila tiene dos mamás?"

El pasado miércoles 30 de setiembre asistí al Centro Cultural de España en Lima, a la presentación del libro "¿Camila tiene dos mamás?" de la activista lesbiana Verónica Ferrari, publicada por la editorial El armario de Zoe
Foto tomada del facebook: "El armario de Zoe"

Con gran expectativa, iba llegando el público, adultos, niños acompañados de adultos. Todos nos íbamos ubicando en las butacas, a la espera de la presentación en sociedad del libro "Camila...".
Creo que fui una de las primeras en llegar y compré mi libro, me lo vendió la representante de la editorial, Zoe Santa María. Lo leí rápidamente y lo que me impactó mucho, fueron las ilustraciones, los colores suaves, pasteles, le ponen un toque tierno a la historia que cuenta, es mi parecer. Luego reparé en los textos, hay diálogos sencillos, directos, no da rodeos a la historia que quiere contar, y como está dirigido a público infantil, tiene un final feliz. Un final, por cierto, muy ideal, exagera lo que sucedería en nuestra sociedad peruana en pleno siglo XXI, demasiado conservador, pero el final que sucedería en una sociedad tolerante.

Durante la presentación, Zoe manifestó: "Visibiliza a las familia homoparentales, que espera contribuir a la lucha contra la discriminación, la homofobia y que ayude a la tolerancia, y con los libros es una buena forma de hacerlo"
Luego intervinó, Mayra Ávila, ilustradora del cuento, quien dijo: "No hay ley que responda por ésta sociedad que está cambiando, ver a la familia homoparental no como algo raro, sino como algo normal"
Finalmente, se dirigió al público, la autora Vero Ferrari: (sobre el libro) "Llena vacío de literatura para niños, vacío de literatura feminista. Fortalecerá a niñas y niños, hacia sociedad distinta", luego dijo: "Hubiera querido que todos los personajes sean gay". Un detalle que compartió con los asistentes, es sobre un personaje infantil femenino con características masculinas, que pueden ser observadas desde la ilustración, mas no desde los textos.

Te invito a leerlo y a compartir nuestras impresiones.
De izq. a der.: Zoe, Mayra y Vero.


lunes, 24 de agosto de 2015

Los 11 libros que deben leer los que pretenden hacer política

Los libros son, de alguna forma, objetos capaces de congelar en el tiempo la mente humana y alimentar las mentes de siguientes generaciones. En muchas profesiones son indispensables, como en química, física o medicina, y cualquiera que se diga buen político debe gobernar con sus libros a la mano. He aquí los 12 libros que resumen el pensamiento político (si es que se puede hablar de tal unidad). Esta lista está basada en esta otra, con unos aditamentos.

1. El príncipe, Nicolás Maquiavelo 
En primer lugar está El príncipe. Cualquiera creería que la Política de Aristóteles estaría en primer lugar, sin embargo, esta vez comenzaremos con el texto de Niccolò di Bernardo dei Machiavelli, intitulado Il principe. Este texto fue un regalo condescendiente al príncipe Lorenzo II de Medici, al verlo en apuros por no saber administrar el poder, optimizar la economía, hacer uso del liderazgo carismático y la forma de hablar y dirigirse a sus vasallos. 

El Príncipe ha sido el libro de cabecera de muchos gobernantes, pues en este texto Maquiavelo no sólo enlista consejos para ser ‘justo’ o democrático (hay que recordar que hablamos de monarquía), lo cual hizo en libros sobre la república y la democracia, aunque se le conoce más por El príncipe. 

Nunca se imaginó que su libro inspiraría ideas como esa de “El fin justifica los medios”, la cual no se halla literalmente en el texto; es una sobreinterpretación, al grado que ahora se usa lo ‘maquiavélico’ casi sólo como sinónimo de alguien astuto y engañoso que hace lo posible para que resulten las cosas como él quiere, lo cual no aplica a otros títulos del italiano, únicamente a este. Además de la referencia a la doctrina de Maquiavelo, ‘maquiavelismo’ ha llegado a significar también una forma de ser hipócrita o manipulador, donde se subordinan los principios éticos y morales al principio de la política.

2. Aristóteles, Política
A Aristóteles se le atribuye un profundo pensamiento filosófico materialista, a diferencia de Platón, que era idealista. Como es sabido se conocen textos suyos que hablan sobre física y metafísica, filosofía, historia de las ideas, poética, sobre gramática, sobre la meteorología y sobre ética (escrita para su hijo), entre muchos otros temas. También se le recuerda por ser asesor político de gobernantes como Alejandro Magno. Aristóteles hizo el estudio de más de 150 constituciones (politeias, para muchos especialistas concepto que no tiene traducción, para otros puede traducirse como “el gobierno de las clases medias bajas bajo una constitución y de acuerdo a la ley”) para darle rigor a su libro.

3. San Agustín de Hipona, La ciudad de Dios (426. d. C.) 
Origen, sustancialidad del bien y el mal, tiempo, pecado, lucha, muerte, necesidad, duración, espacio y providencia son algunos de los tópicos tratados por uno de los ‘santos’ más influyentes desde el Renacimiento hasta la actualidad, incluso dentro del pensamiento filosófico de Occidente. Sus juicios hacen creer que quien escribe es, a veces, una persona que no tiene creencia alguna. No obstante, en este libro el filósofo cristiano compara la ‘ciudad del hombre’, la ciudad pagana (que en el Medievo estaba llegando a una crisis en todos los aspectos) con el concepto filosófico cristiano de la ‘ciudad de Dios’ o ciudad celestial. La obra Civitate Dei, que cuenta con 22 libros, es una apología del cristianismo que trataba de contribuir a la mejora del pensamiento religioso, consiguiendo más que eso. Para Aurelius Augustinus Hipponensis, quizá la divinidad es como “el tiempo, si nadie me lo pregunta lo sé, si alguien me lo pregunta, lo ignoro” (San Agustín dixit).

4. Tomás de Aquino, ­Suma teológica (1596) 
En contraposición con los planteamientos de San Agustín, este otro santo también logró despegar (filosóficamente hablando) la religión del sistema religioso, es decir al mundo terrenal del mundo celestial. Tanto Santo Tomás como San Agustín supieron, a través de la lógica, separar el contenido teológico de la creencia, iniciando varias corrientes entre las que se encuentran, por un lado, las que intentan comprobar las existencia de Dios con matemáticas y filosofía y, por otro, quienes buscan hacer exactamente lo contrario a través de la lógica y la lingüística.

La Suma teológica (Summa Theologiae, s. XIII) es un tratado escrito por Tomás de Aquino en dos tomos, pues la tercera parte quedó inconclusa, ya que la escribió en los últimos años de su vida. Es este volumen Tomás de Aquino muestra el sistema religioso con todo lo que ello conlleva, es decir, sus asociaciones políticas y la estructura de sus jerarquías. 

En primer instancia habla de Dios, después de la creación, de los ángeles; del hombre y el cosmos, la providencia, la trinidad y el acto humano, la pasión, el hábito, la virtud, el pecado, la gracia, el mérito, la fe, la esperanza y la caridad. También de las virtudes más importantes como la prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza, el carisma, la vida y la pasión; sobre la penitencia y los sacramentos religiosos; además, trata el matrimonio y la extremaunción. Habla sobre la muerte, claro, el Juicio Final y el postrero infierno, el cielo. En suma, este compendio explica categorías y estructuras filosóficas y religiosas que sin embargo son modelos de organización política.

5. Montesquieu, Del espíritu de las leyes (1747) 
El barón de Montesquieu (Charles Louis de Secondat) escribió el compendió De l’esprit des lois teniendo en cuenta el impulso de la Ilustración. En el texto Montesquieu habla de todo lo que influye en el gobierno, desde el clima, la geografía, el temperamento y la forma del matrimonio hasta las relaciones sociales y las instituciones (todo ello es para Montesquieu como una especie de espíritu). También analiza la división de poderes.

Este libro habla de que las leyes tienen una especie de ‘espíritu’, el cual debe procurarse para que la ley tenga efecto sobre la comunidad humana. Montesquieu creía que “aunque bajara un libro con las leyes perfectas en su interior, sería imperfecta su aplicación debido a la imperfección es la constitución del hombre por antonomasia”, por lo cual la ley también debía combinar esta serie de multifactores. (Por ello, ese espíritu sigue vigente).

Todas y cada una de las cosas que se enumeran y que influyen en el Estado, son motivo aún de investigaciones y teorías de gobierno.

6. Tomás Moro, Utopía (1516) 
Thomas More, (Thomas Morus, en latín) es un inglés que pasó de la traducción a la ficción. Su volumen Utopía inspiró tanto a diletantes como a escritores y exploradores. Los navegantes hacia el Nuevo Mundo tenían en su mente los libros de Moro y de Campanella, los cuales hablaban del ideal utópico que se centra en la idea de generar una nueva forma de organización más ordenada pues, ya en aquellos tiempos, la sociedad se veía en decadencia. (Lo que hicieron España, Inglaterra, Portugal, Francia por ejemplo en las colonias, fue reproducir la misma sociedad decadente en los dominios ultramarinos).

Hay una relación en la Utopía con una especie de comunismo donde la lógica de los individuos y su racionalidad los lleva a la desaparición del Estado y la política; Moro, creía en que cada persona era capaz de gobernarse a sí misma, lo cual contribuye al mejor sostenimiento de la sociedad, al igual que los anarquistas de Grecia.

7. John Locke, ­ Ensayo sobre el entendimiento humano (1690) 
An Essay Concerning Human Understanding consagra a John Locke como un ejemplo de la mente ilustrada. Su aporte fue muy relevante pues (al contrario del generativismo, en la lingüística) Locke cree que el humano no nace con un intelecto innato sino que la inteligencia es como un cajón que se va llenando de conocimientos a partir del nacimiento, por ello todo parte de la experiencia, con la premisa de Descartes: “Pienso, luego existo”. La premisa de Locke habla sobre la construcción del conocimiento como una lógica racional. (Lo cual muchas veces no se ve en política).

8. Thomas Hobbes, Leviatán (1651) 
El Leviatán (del hebreo liwyatan, enrollado) es un monstruo marino mitológico creado por Dios a partir de la figura de la serpiente de Adán y Eva. (Dios creó a este monstruo para atormentar a los pecadores). Se le conoce como una serpiente marina. Después fue utilizado como sinónimo de monstruosidad (Taninim, monstruo marino, cocodrilo o gran serpiente). Aparece en el Génesis, en el Libro de Job, en los salmos, en Isaías y en otros versículos de la Biblia. (“Nadie hay tan osado que lo despierte… De su grandeza tienen temor los fuertes… No hay sobre la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey sobre todos los soberbios”, se dice en el Libro de Job).

Hobbes habla de un monstruo hecho de personas, el cual es resultado de la unión las personas, por ello el título completo, Leviatán o la materia, forma y poder de una República eclesiástica y civil, es una justificación del Estado absoluto, partiendo de las premisas de El contrato social. Es una crítica materialista a las estructuras políticas de la sociedad en la que vivía, que aplican aún para nuestro tiempo. Después de todo, ¿estaba tan equivocado Hobbes al hablar de ese monstruo que es el Estado?

9. Jean-Jaques Rousseau, El contrato social 
En Du contract social ou principes du droit politique, Juan Jacobo Rousseau habla sobre la existencia de un contrato presocial, como si la propiedad privada, la mercancía y el gobierno hubieran existido desde que los ‘buenos salvajes’ decidieron cercar un terreno y decir “esto es mío”. El gobierno se ve en Rousseau como si hubiera coexistido con el hombre desde siempre, tesis que fue después criticada por el marxismo. Sin embargo, fue y sigue siendo un punto de álgido debate entre los gobernantes y estudiosos de la política.

10. Adam Smith, La riqueza de las naciones (1776) 
An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, o simplemente La riqueza de las naciones, es un título fundamental para comprender la denominada ‘mano invisible’ del mercado, donde se establece una forma de la economía que no dependa del Estado, con la frase francesa que recupera, Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même, ”Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo” o, simplemente, Laissez faire et laissez passer, principio que detonó el liberalismo económico que atormenta tanto al mundo globalizado, rendido ahora ante el neoliberalismo y la base de expansión hacia afuera.

11. Denis Diderot, ­La Enciclopedia (1751) 
Diderot, así como con Voltaire (seudónimo de François-Marie Arouet), Rousseau, d’Alembert y Montesquieu, fueron personas conocidas por su conocimiento enciclopédico, de lo cual fue resultado un libro de la misma magnitud. El primero fue autor de L’Encyclopédie o Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers, un texto que intenta compendiar los conocimientos de toda materia que se pueda conocer, y por si fuera poco, acomodada en orden alfabético. Éste funge como una aportación al acervo del conocimiento fundamental de la humanidad, y dentro de él se encuentran la filosofía (base de la ciencia) y la citada política.

La siempre atractiva página Nalgas y Libros (el binomio infalible) publicó esta lista con la que quizá muchos politólogos estén de acuerdo. Otra cosa será cómo se usen los libros en la política real. En un ejercicio de diacronía, tal vez podríamos decir que quizá Aristóteles no estaría de acuerdo en que lo que se practica hoy en día sea algo de la política que él teorizó. 

sábado, 22 de agosto de 2015

Al otro lado del espejo

Ingresas a la sala de teatro, no se abre el telón, este no existe, las actrices están en escena, nos observan, nos miran cuando vamos ocupando una a una las butacas, nos reciben sus miradas y una música muy festiva.
Fui con mucha expectativa, que fueron altamente colmadas.
La obra de teatro "Al otro lado del espejo" nos presenta a manera de diálogo, como si el público fuera una mejor amiga, un diario, un confesor... los testimonios de cuatro valientes mujeres trans. 
Un tema que genera polémica y muchas veces es tan confuso, en esta obra ha sido tratado con mucho respeto, bien tocado, sin exageraciones. Bajo la excelente dirección de Paloma Carpio y Gabriel de la Cruz
Como educadora, la recomiendo para el público en general, especialmente para que la vean los profesores/tutores y tengan más elementos para conversar con nuestros estudiantes y fomentar en ellos el respeto a a la diferencia, diferencia y/o diferencias que nos unen porque en el fondo todos somos seres humanos.



jueves, 20 de agosto de 2015

TODO EL INSTANTE

Varón urgente
hembra repentina

no pierdan tiempo
quiéranse

dejen todo en el beso
palpen la carne nueva
gasten el coito único
destrúyanse
sabiendo

que el tiempo pasará
que está pasando

que ya ha pasado para
los dos

urgente viejo
anciana repentina.

Mario Benedetti
Fotografía tomada por @rofacio en La Punta-Callao


martes, 18 de agosto de 2015

Novedosa estrategia: ¡Si lees en el bus, tu pasaje es gratis!

Excelente Propuesta Para Incentivar La Lectura En Rumanía

Luego de hacer hasta lo imposible por más de un año para que den luz verde a su proyecto, el artista Victor Miron logró conseguir que el gobierno regional de Cluj-Napoca, con el fin de inculcar el hábito de la lectura entre sus habitantes, no le cobren el pasaje a aquellas personas que lean dentro de los buses durante su recorrido.

Esta magnífica propuesta se llevó a cabo entre el 4 y el 7 de julio y con ello mostraron al público lo entretenido que es la lectura y que cualquier momento del día es válido para aprovecharla.


martes, 4 de agosto de 2015

Apague su smartphone y abra un libro

Tipos de lectura y razonamiento clínico. 
La buena toma de decisiones clínicas requiere de un profundo conocimiento que proviene de la lectura de la información en los libros en lugar de en las pantallas.

Por Martin Tobin (traducido por IntraMed con autorización del autor).

Bertrand Russell se quejó en 1924 de que: "es imposible leer en los Estados Unidos, excepto en un tren, por el teléfono". Y añadió: "Todo el mundo tiene un teléfono y suena todo el día y parte de la noche". Dada la ubicuidad de las distracciones de hoy, un teléfono fijo parece casi una *Arcadia.

Al meditar sobre un pasaje difícil, mientras practicamos la “lectura on line”, nuestra mente se distrae al revisar nuestro correo electrónico o las noticias, o para comprar algo nuevo. En lugar de estar profundamente comprometidos con la palabra escrita, nos vemos seducidos por la falsa promesa de la multitarea. Por primera vez, las distracciones se han convertido en una parte integral de la experiencia de la lectura.

La lectura en línea implica una forma diferente de la alfabetización respecto de la de la página impresa. Los ojos rebotan y parpadean ya que se lanzan de forma promiscua en busca de pepitas de información y de resultados rápidos. Es casi como si la gente fuera a la lectura en línea para evitar leer en el sentido tradicional.

La presentación instantánea de la información expansiva amenaza la tarea más exigente de la formación del conocimiento en profundidad. La alfabetización -el logro más poderoso de nuestra civilización- está siendo sustituida por el acto de guardar pantallas.

La lectura sostenida, profundamente comprometida de un libro requiere un compromiso mayor a la exigida por la pantalla. La lectura profunda que invita al lector a ir más allá del texto es lo que desencadena las vibraciones intelectuales en la mente. En su texto “En la lectura”, Marcel Proust hace hincapié en su naturaleza generativa: "Sentimos verdaderamente que nuestra sabiduría empieza donde la del autor termina."  El conocimiento verdadero sólo puede encontrarse en la soledad de su propio corazón y en la mente: "no podemos recibir la verdad de nadie. . . debemos crearla nosotros mismos", advierte Proust.

"Nos convertimos en lo que leemos"

La expansión de la mente de los jóvenes es muy importante y, una vez expandida, nunca se retrae a su tamaño original. Lectura profunda es indistinguible del pensamiento profundo. La lectura alimenta a la mente con el material para la reflexión: nos convertimos en lo que leemos. "Cuántos hombres han comenzado una nueva etapa en su vida, desde la lectura de un libro", afirmaba Thoreau.

La capacidad de los médicos para resolver problemas está directamente relacionada con la cantidad de conocimientos específicos almacenada en sus cerebros. No basta con saber dónde encontrar la información; ésta necesita ser internalizada. Cuando un lector busca una comprensión global de un tema, él o ella se convierten en un libro, no en un conjunto de artículos. La información presentada en los artículos es fragmentaria por diseño y no delinea los límites de una disciplina, dejando a los lectores ajenos a los grandes huecos en su propia base de conocimientos. Los recursos en línea ofrecen trozos abreviados y simplificados de información -el fragmento más pequeño necesario para realizar una tarea- que hacen descarrilar a los procesos de pensamiento más profundos, que consumen tiempo y que profundizan la comprensión de conceptos complejos.

Los médicos que dependen de dispositivos electrónicos saltean mediante un cortocircuito el arduo proceso de memorización de los procesos fisiológicos complejos que son necesarios para alcanzar el razonamiento clínico experto. Esta consideración es especialmente importante en la medicina aguda, donde las decisiones rápidas (a menudo en rápida sucesión) exigen una respuesta instantánea. Los aparatos electrónicos son un regalo del cielo para el control de las dosis de los medicamentos que uno no conoce, pero tal detalle mundano no debe confundirse con las operaciones biológicas complejas que sustentan el razonamiento clínico.

"La lectura no es sólo una actividad visual, sino también una actividad corporal"

*Acceso exclusivo para profesionales registrados en IntraMed: http://www.intramed.net/84688

No hay mentira...

UN POEMA CASI INVENTADO 
(Charles Bukowski)

te veo bebiendo de una fuente con manos 
delgadas y azules, no, tus manos no son delgadas 
son pequeñas, y la fuente está en Francia 
donde me escribiste aquella última carta y 
yo te contesté y nunca volví a oír de vos. 
solías escribir locos poemas sobre 
LOS ÁNGELES Y DIOS, todo con mayúscula, y 
conociste artistas famosos y la mayoría de ellos 
fueron tus amantes, y yo te escribí, está bien, 
adelante, entrá en sus vidas, no estoy celoso 
porque nunca nos conocimos. estuvimos cerca una vez 
en New Orleans, a una cuadra y media, pero no 
nos conocimos, nunca nos tocamos. así que te fuiste 
con los famosos y escribiste sobre los famosos, y, 
por supuesto, lo que descubriste 
es que los famosos están preocupados por 
su fama -no por la bella y joven chica en la cama 
con ellos, que les da éso, y después se despierta 
en la mañana para escribir poemas con mayúscula sobre 
LOS ÁNGELES Y DIOS. sabemos que dios está muerto, nos 
lo dijeron, pero escuchándote a vos no estaba seguro. 
quizá eran las mayúsculas. vos eras un de las 
mejores poetas y les dije a los editores, 
"publíquenla, publíquenla, ella está loca pero es 
mágica. no hay mentira en su fuego". te amé 
como un hombre ama a una mujer que no toca, sólo 
le escribe y guarda pequeñas fotografías de ella. 
te habría amado más si me hubiera sentado en una 
habitación armando un cigarrillo y oyéndote 
hacer pis en el baño, pero éso no sucedió. 
tus cartas se volvieron más tristes. 
tus amantes te traicionaban. nena, te escribí, todos 
los amantes traicionan. éso no ayudó. decías 
que tenías un banco de los lamentos y que estaba junto 
a un puente y que el puente estaba sobre un río 
y te sentabas en el banco de los lamentos cada noche 
y llorabas por los amantes que te habían herido 
y olvidado. te escribí, pero nunca volví a oír de vos. 
un amigo me contó de tu suicidio 
3 ó 4 meses después de la carta. si yo 
te hubiera conocido, probablemente te hubiera 
engañado, o vos a mí. 
fue mejor que no nos conociéramos.


sábado, 1 de agosto de 2015

Biblioteca del Convento de Ocopa

El Convento de Santa Rosa de Ocopa se halla en el distrito de Santa Rosa de Ocopa, provincia de Concepción, departamento de Junín, en el Perú. Fundado por la orden franciscana para servir como sede de un colegio de misioneros, actualmente es un museo y guarda una magnífica biblioteca así como una nutrida pinacoteca. Es un auténtico “relicario del Perú”, como lo llamó José de la Riva Agüero y Osma.

Convento de Santa Rosa de Ocopa
(fotografía de @rofacio)


Está ubicado a 3.360 msnm, en un clima sano y seco, de eterna primavera, rodeado de árboles. Se halla a 5.5 km al noreste de la ciudad de Concepción y a 25 km al Noroeste de Huancayo, Perú.

La Biblioteca del Convento cuenta con cerca de 25 mil volúmenes de origen europeo y limeño, que datan desde el año 1490. Entre los famosos libros figuran los incunables, libros científicos y mapas del siglo XVII y XVIII. Los libros que alberga esta biblioteca son de diversos temas (religión, geografía, ciencias naturales, crónicas de la época colonial, etc.) y pueden ser consultados previa autorización.

Biblioteca del Convento de Ocopa
(fotografía tomada de su perfil en facebook)

Tuve la dicha de visitar el Convento de Santa Rosa de Ocopa hace unos meses y quedé gratamente sorprendida por las maravillas que ofrece a los visitantes. Para quienes amamos las bibliotecas y los museos, el convento ofrece visita guiada que no permite fotografiar en el interior, pero todo lo visitado y conocido queda en la memoria (al interior tiene también un Museo de Historia Natural) los guías son los sacerdotes que cuentan y comparten con gran entusiasmo todas las actividades realizadas por los misioneros que el antecedieron.

El nombre completo del Convento es Convento de Santa Rosa de Ocopa, pero es más conocido por Convento de Ocopa.

Aquí su blog y su fanpage en Facebook

domingo, 26 de julio de 2015

Perú: Plan Municipal del Libro y la Lectura (PMLL)

Con este manual, se espera que para el periodo 2016-2021 las municipalidades distritales propongan Planes de Fomento del Libro y la Lectura, para así convertir sus jurisdicciones en “distritos lectores”. Uno de los objetivos es el diseño de un plan distrital de lectura que consolide estrategias que fomenten la cadena productiva del libro y el hábito de la lectura y escritura con el fin de garantizar el derecho de la población a la cultura escrita. 

A través del Plan Municipal del Libro y la Lectura se propone una ciudad en la que sus ciudadanas y ciudadanos vivan mejor y disfruten de los beneficios del progreso. A este paso se espera convertir la municipalidad en un territorio de oportunidades que reconozcan, garanticen y restablezcan los derechos de acceso a la cultura. Es otro fin fomentar el desarrollo de los ciudadanos, en especial de los niños y niñas en su primera infancia, y que se valore positivamente la diversidad, la interculturalidad y la inclusión.

Este manual es un instructivo para ser usado tanto por parte de actores estatales —sean municipales o no—, como por actores de la sociedad civil.

También se incluye el marco conceptual bajo el cual se trabajará el plan, el marco normativo de las funciones y competencias de los municipios para ejecutar acciones de fomento de Libro y la Lectura, y se incluye experiencias exitosas de planes de lectura que puedan servir de incentivo y ejemplo para la elaboración de los propios. 
En lo que se refiere a procesos, este manual ha comprendido los pasos para la elaboración del plan, que van desde las actividades de presentación de las ventajas y la necesidad de implementar un plan de dicha índole, la constitución de un equipo de trabajo multisectorial que lo elabore hasta cómo llevar la propuesta al Concejo Municipal. Del mismo modo, se sugiere el tipo de información necesaria para elaborar una línea de base.

Aquí link para leer el PMLL elaborado por el Ministerio de Cultura

domingo, 19 de julio de 2015

Mi primer día en la FIl 2015

Como todos los años acudo el primer día que abre la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL) 2015, asisto después de mis labores, es decir después de las 5pm y llego casi a las 6pm. Este viernes último fue así, salvo por el tráfico insoportable en la Av. Abancay, que hasta el mes de diciembre 2014 estaba recuperado y ordenado, ahora con el regreso del alcalde Lucho, regresó el desorden, sin inspectores de tránsito que ordenen a los taxistas a no tomar el carril derecho, sin inspectores que con cada silbatazo hacían avanzar más rápido a los buses "chantones" (en el lenguaje de transporte público, "chantarse" es quedarse detenido mucho tiempo e innecesariamente). Con todo ese retraso llegué al recinto ferial un poco más de las 7pm.

Luego de subir al bus, bajé en el cruce de la Av, Salaverry con la calle que termina el Hospital Rebagliati y avancé raudamente hacia donde está el ingreso en la esquina de la feria, muy cerca a un vagón y ¡oh sorpresa! esta puerta no había sido habilitada, tuve que ir a comprar mi ticket de ingreso por la puerta principal. En el stand donde dan informes, ya se habían agotado los programas. Y sepan amigos de la FIL que soy coleccionista de sus programas. 

Pasado el mal rato de no tener programa, ni croquis de la ubicación de las editoriales, ni de las salas, hice un recorrido de reconocimiento en busca de las novedades novedosas en títulos y ver las salas de homenaje.

Me gustó como, desde el año pasado, aprovechan mejor los espacios y la escultura de los caballos se convierten en punto de referencia para orientarse en la caminata y búsqueda de salas y stands. Aunque he de confesar que todavía la sentí medio laberíntica, por esa caprichosa forma circular, parece que estuve dos veces por el mismo sitio y ya los pies me dolían.

También me gustó observar y sentir, porque estuve en dos de ellas, la mejora en el acondicionamiento de las salas y auditorio, mejor equipadas y tres de ellas están localizadas una al lado de la otra, hacen más fácil y sencillo el desplazamiento si queremos estar en distintas salas, antes ubicadas a los extremos. Y a pesar de estar juntas el ruido, voces, sonido de una sala , no se filtra a la otra. Lo que no me gusta es la oscuridad de la misma, las paredes negras me parecen muy tétrico, pero es cuestión de gustos.

Estuve en la sala Blanca Varela, que tiene una cabina para la traducción en simultáneo de los autores de habla francesa. Ahí estuvo Frédéric Martel, muy desenvuelto y con una presentación muy desenfadada acerca de su libro "Global Gay". En esta sala nos prestaron audífonos para escuchar la transmisión en simultáneo.

También me gustó el salón homenaje a María Rostworowski, incluso tiene una mesa con sillas para los más pequeños a manera de biblioteca, donde pueden leer y hacer trabajos (bueno solo colorear, uno de los trabajos más simplistas que siempre se dedican al público infantil).

Sorprende ver todo los libros denominados best-sellers abarrotando los puestos de lectura (llamaré así a los stands), con harta publicidad para atraer a muchos compradores.

Espero regresar próximamente y asistir a la presentación del libro "HHhH" y conocer a Laurent Binet.


viernes, 17 de julio de 2015

¡Leer como respirar!

Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?

Miguel de Unamuno, escritor español, nació en Bilbao en 1864.


Feria Internacional del Libro de La Habana

Del 11 al 21 de febrero del 2016 se celebrará la edición 25ta de la Feria Internacional del Libro de La Habana, Cuba, bajo el lema Leer es crecer. En esta ocasión el País Invitado de Honor será la República Oriental del Uruguay y se rendirá homenaje al Centenario del Natalicio de José Soler Puig, al 60 Aniversario del Desembarco del Yate Granma y al 120 Aniversario de la Abolición de la Esclavitud en Cuba.

Esta nueva edición, que utilizará como principales recintos la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña y el Castillo de los Tres Reyes del Morro, contará con otras sedes en la capital, como la Universidad de la Habana, el Pabellón Cuba, la Casa del Alba Cultural y el Centro Dulce María Loynaz, donde tendrán lugar eventos literarios, artísticos y académicos.
La edición de 2016 será una excelente ocasión para el reencuentro y el intercambio de todas las entidades vinculadas al mundo de las publicaciones: autores, editores, distribuidores, libreros, impresores, agentes literarios, productores de multimedias, periodistas y otros actores de la industria del libro.

Cada año, nuestros programas profesionales, académicos y literarios convocan a coloquios, homenajes, mesas redondas, conferencias, lecturas, premiaciones y presentaciones de libros, circunstancias estas de fecundo intercambio entre escritores, pensadores, difusores de la cultura, artistas y sus públicos. El programa artístico de la pasada Feria ofreció más de 18 presentaciones musicales, diez exposiciones de artes plásticas y una cartelera teatral que integró propuestas de más de una decena de países.

Con cada nueva edición nuestra FIL multiplica las razones que la han convertido en el acontecimiento más trascendental del movimiento editorial cubano desde su inicio en 1982, y en el evento cultural más aglutinador del país. Más que un espacio para adquirir libros e intercambiar con los autores, ha devenido escenario para mostrar, en sus diversas facetas, el dinamismo de nuestra vida cultural.

Con el anhelo de que nuestra Feria se reconozca en el área como un referente para la exhibición, la comercialización y la promoción de la mejor literatura cubana, latinoamericana y universal, le invitamos a celebrar junto a nosotros la edición 25 de esta fiesta de las letras y las artes en Cuba.

Los interesados deberán solicitar su participación así como su incorporación a los programas profesionales y literarios, al Comité Organizador, en los contactos abajo relacionados.

Cámara Cubana del Libro
Dirección: Calle 15, no. 602 e/ B y C, Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba.
Tel. (537) 8329526 al 29, (537) 8328829
E-Mail: feria@ccl.cult.cu / direccion@ccl.cult.cu

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jueves, 16 de julio de 2015

“Por qué nuestro futuro depende de las bibliotecas, de la lectura y de soñar despiertos.”

Transcripción de la conferencia ofrecida por el escritor de ficción Neil Gaiman para la Reading Agency, el 14 de octubre de 2013, en el Barbican de Londres. 

“Para la gente es importante posicionarse, explicar el porqué de su posición y si ésta pudiera ser parcial. Un especie de declaración de intereses gremial. Así pues, diré que voy a hablarles de lectura. Voy a explicarles que las bibliotecas son importantes. Voy a proponer que leer ficción, que leer por placer, es una de las mejores cosas que uno puede hacer. Voy a hacer un apasionado alegato en favor de las bibliotecas y los bibliotecarios, y de su preservación.
Y soy, obvia y enormemente, parcial: soy escritor, principalmente de ficción. Escribo para niños y para adultos. Llevo treinta años ganándome la vida con mis escritos, inventándome cosas y escribiéndolas. Es obvio que me interesa que la gente lea, que lea ficción, que existan las bibliotecas y los bibliotecarios, y contribuir a fomentar el gusto por la lectura y por los lugares donde se pueda leer.

Neil Gaiman

Así que, como escritor, soy parcial. Pero soy mucho, mucho más parcial como lector. Y aún más como ciudadano británico.

Y he venido aquí, esta noche, a dar esta charla, bajo los auspicios de la Reading Agency: una organización benéfica cuya misión es promover la igualdad de oportunidades ayudando a la gente a convertirse en aficionados entusiastas de la lectura. Dan soporte a programas de alfabetización, a bibliotecas, a las personas, y fomentan abiertamente y sin distinciones el acto de leer. Porque, según dicen, cuando leemos, todo cambia.

Y de lo que yo he venido a hablar aquí esta noche es de ese cambio, de ese acto de leer. Quiero hablarles de lo que hace la lectura. De sus beneficios.

En una ocasión, estando en Nueva York, escuché una charla sobre la construcción de cárceles privadas –un sector de enorme crecimiento en los Estados Unidos. El sector de las prisiones tiene que planificar su futuro crecimiento– ¿Cuántas celdas necesitaremos? ¿Cuántos presos tendremos dentro de 15 años? Y descubrieron que podían preverlo con gran facilidad utilizando un algoritmo bastante sencillo, basado en el porcentaje de niños de entre 10 y 11 años que no leían. Y mucho menos por gusto.
No es determinante, claro: no podemos afirmar que en una sociedad alfabetizada no habría delincuencia. Pero se dan toda una serie de correlaciones muy ciertas.

Y creo que algunas de tales correlaciones, las más sencillas, provienen de algo muy sencillo: la gente alfabetizada lee ficción.
La ficción sirve para dos cosas. En primer lugar, es una droga de inducción a la lectura. La incitación a querer saber qué va a pasar después, a querer pasar la página, la necesidad de seguir adelante, aunque cueste, porque alguien está en problemas y uno quiere saber cómo va a acabar aquello… Es un impulso muy auténtico. Y te obliga a aprender palabras nuevas, a pensar cosas nuevas, para poder avanzar. Sirve para descubrir que la lectura es, de por sí, algo placentero. Una vez que te das cuenta de eso, ya estás encarrilado para leer cualquier cosa. Y la lectura es la clave. No hace mucho, apenas unos años, corría por ahí la idea de que vivíamos en un mundo pos-alfabetizado, en el que la capacidad de comprender la palabra escrita resultaba, de un algún modo, redundante; pero eso ha quedado atrás; las palabras son más importares de lo que ya eran: navegamos por el mundo con palabras, y como el mundo circula por la red, para comunicarnos, seguimos necesitando comprender lo que leemos. Las personas que no pueden entenderse entre sí, no pueden intercambiar ideas, no pueden comunicarse, y los programas de traducción sólo llegan hasta donde llegan.

La forma más sencilla de asegurarnos de que criamos hijos alfabetizados es enseñarles a leer, y mostrarles que la lectura es una actividad agradable y divertida. Y eso significa, en su forma más sencilla, encontrar libros que les gusten, ponerlos a su alcance, y dejar que los lean.
Yo no creo que hayan libros infantiles nocivos. De tanto en tanto, se pone de moda entre algunos adultos señalar a una categoría de libros para niños, a un género, quizá, o a un autor, y declararlos como libros nocivos, libros que los niños deberían dejar de leer. Lo hemos visto una y otra vez; Enid Blyton fue declarada mala autora, como lo fue R. L. Stine, o como lo fueron otros tantos. Se ha llegado a denunciar que los cómics fomentan el analfabetismo.

Eso es ridículo. Es esnobismo y tontería. No hay malos autores infantiles, que a los niños les gusten, los quieran leer y los soliciten, porque cada niño es diferente. Los niños son capaces de encontrar las historias que les haga falta y de hacerlas suyas. Una idea vieja y trillada, para ellos no lo es, pues es la primera vez que se topan con ella. No debemos disuadir a los niños de la lectura porque creamos que no están leyendo lo debido. Esa ficción que puede no gustarnos es la vía hacia otros libros que consideremos preferibles. Y a todo el mundo no tiene los mismos gustos que nosotros.

Un adulto bien intencionado puede destruir fácilmente la afición a la lectura de un niño: impidiéndole leer lo que le gusta, o dándole libros del gusto del adulto, recomendables pero aburridos, una versión siglo XXI de la “mejora” literaria victoriana. Así uno acaba teniendo una generación convencida de que la lectura no mola y es un agobio.

Es necesario que nuestros hijos asciendan por la escalera de la lectura: cualquier cosa que les guste leer los hará ascender, peldaño a peldaño, hacia la alfabetización. (Tampoco hagan lo que este escritor que les habla le hizo a su hija de 11 años cuando leía a R. L. Stine, que le dio un ejemplar de “Carrie”, de Stephen King, diciéndole “Si te gusta eso, ¡esto te va a encantar!”. Holly no leyó más que tranquilas historias de colonos en las praderas durante el resto de su adolescencia y todavía me lanza miradas feroces cuando oye mencionar el nombre de Stephen King.)

La segunda cosa que hace la ficción es generar empatía. Cuando miramos la TV o una película, vemos las cosas que les pasan a otros. La prosa de ficción es algo que se hace con 27 letras y un puñado de signos de puntuación; y cada uno, cada uno solo, usando su imaginación crea un mundo y sus gentes y los contempla con otros ojos. Tienes la ocasión de sentir cosas, visitar lugares y mundos que nunca podrías conocer de otro modo. Aprendes que, ahí fuera, todo el mundo también tiene un yo. Estás siendo otra persona, y cuando vuelvas a tu propio mundo, habrás cambiado un poquito.
La empatía es una herramienta para construir grupos de personas, que nos permite funcionar como algo más que individuos auto-obsesionados.
Así mismo, al leer, también descubres algo de vital importancia para ir por el mundo. Y es lo siguiente:
El mundo no tiene porqué ser como es. Puede ser diferente.

En 2007, estuve en China, en la primera convención de ciencia ficción y fantasía autorizada en toda la historia china. En determinado momento, me acerqué a un alto funcionario y le pregunté la razón por la que la SF había estado prohibida tanto tiempo. ¿Qué había cambiado?
“Muy fácil”, me dijo. Los chinos eran brillantes haciendo cosas si otros les traían los planos. 

Pero ellos no innovaban, no inventaban. No imaginaban. Así que enviaron una delegación a los EE. UU., a Apple, a Microsoft, a Google, y le preguntaron a la gente que estaba inventando el futuro sobre su vida personal. Y descubrieron que todos ellos, de niños, habían leído ciencia ficción.
La ficción puede mostrarnos un mundo diferente. Puede llevarnos a lugares donde nunca hemos estado. Una vez que uno ha visitado otros mundos, como el que prueba una fruta mágica, ya no está del todo conforme con el mundo en el que creció. El inconformismo no es malo: los inconformistas pueden modificar y mejorar sus mundos, hacerlos mejor, hacerlos distintos.

Y ya que estamos, me gustaría decir unas palabras sobre la evasión. Se ha puesto muy de moda últimamente usar el término con connotaciones negativas. Como si la ficción de “evasión” fuera un opiáceo barato utilizado por los confundidos, los insensatos y los ilusos, y que la única ficción relevante, para adultos o para niños, fuera la mimética, la que refleja lo peor del mundo en el que se encuentra el lector.

Si estuviéramos atrapados en una situación imposible, en un lugar desagradable, con gente insoportable, y alguien nos ofreciera una vía de escape temporal, ¿por qué no tomarla? Y la ficción de evasión no es más que eso: una ficción que nos abre una puerta, nos muestra un exterior luminoso, nos proporciona un lugar donde ir en el que tú tienes el control, en el que estás con gente con la que quieres estar (porque los libros son lugares reales, no se equivoquen); y lo más importante: durante la evasión, los libros también nos pueden proporcionar conocimiento sobre el mundo y su situación, nos dan armas, nos dan armaduras: cosas reales que te puedes llevar de regreso a tu prisión. Habilidades, conocimientos y herramientas que puedes utilizar para escapar de verdad.

Como decía J. R. R. Tolkien, los únicos que condenan la evasión son los carceleros.
Otra manera de acabar con la afición a la lectura de los niños, claro está, es asegurarse de que no tengan a su alrededor ningún tipo de libro. Y que no dispongan de ningún lugar donde leerlos. Yo tuve suerte. Disponía de una excelente biblioteca local que no dejaba de crecer. Tuve unos padres a los que se podía convencer de que me dejaran en la biblioteca cuando iban a trabajar durante mis vacaciones de verano, y unos bibliotecarios a los que no les importaba que un chavalillo, sin compañía adulta, se presentara cada mañana en la biblioteca infantil y él solo se apañara con los archivadores del catálogo, buscando libros de fantasmas o de magia o de cohetes, en busca de vampiros o de detectives o de brujas o de prodigios. Y cuando acabé de leerme la biblioteca infantil, empecé con la de adultos.

Eran buenos bibliotecarios. Les gustaban los libros y les gustaba que la gente los leyera. Me enseñaron a cómo pedir libros de otras bibliotecas de préstamo interbibliotecario. No mostraban esnobismo alguno ante ninguna de mis lecturas. Simplemente parecían estar encantados con aquel niño de ojos muy abiertos al que le encantaba leer, dispuestos a hablar conmigo sobre los libros que leía, a buscarme otros libros de una serie, a ayudarme. Me trataron como a cualquier otro lector, ni más ni menos; lo cual significa que me trataron con respeto. Con ocho años, uno no estaba acostumbrado a ser tratado con respeto.

La bibliotecas tienen que ver con la libertad. La libertad para leer, la libertad de ideas, la libertad para comunicarse. Tienen que ver con la educación (que no es un proceso que se acaba el día que dejamos el colegio o la universidad), con el entretenimiento, con la creación de entornos seguros, y con el acceso a la información.
Me preocupa que hoy, en pleno siglo XXI, la gente confunda lo que son las bibliotecas y para qué sirven. Si uno contempla una biblioteca como una mera estantería con libros, puede parecerle anticuada u obsoleta en un mundo en el que la mayoría, aunque no todos, los libros impresos se encuentran en formato digital. Pero eso es no darse cuenta de lo fundamental.

Creo que tiene que ver con la naturaleza de la información. La información es valiosa. Y la información correcta es enormemente valiosa. Durante toda la historia humana, hemos vivido en una situación de escasez de información, y disponer de la información necesaria siempre era importante y servía para algo: cuando plantar cosechas, dónde encontrar cosas, mapas, y las historias y los cuentos… siempre sirvieron a cambio de comida y compañía. La información era algo valioso, y los que la tenían o podían conseguirla podían cobrar por el servicio.

En los últimos años, hemos pasado de una economía de escasez de información a una impulsada por un exceso de información. Según Eric Schmidt, de Google, hoy, cada dos días, la especie humana genera tanta información como generó desde los albores de la civilización hasta el año 2003. Para aquellos que llevan la cuenta, eso significa cerca de cinco Exobytes de datos al día. Ahora el reto no está en encontrar aquella planta escasa que crece en el desierto, sino en encontrar una planta específica que crece en una selva. Para navegar entre tanta información, vamos a necesitar ayuda para encontrar lo que realmente necesitamos.

Las bibliotecas son lugares a los que la gente va en busca de información. Los libros sólo son la punta del iceberg de información: están ahí, y las bibliotecas pueden proporcionarte libros de forma gratuita y legal. Hoy, más niños que nunca piden libros prestados en las bibliotecas; libros de todo tipo: en papel, en digital, en audio. Pero las bibliotecas, por ejemplo, también son lugares donde gente que no tiene ordenador o conexión a Internet puede ir y conectarse de forma gratuita, cosa de gran importancia cuando la ofertas y las demandas de empleo o la solicitud de prestaciones están migrando casi en su totalidad al mundo online. Los bibliotecarios pueden ayudar a esas personas a navegar por ese mundo.

No creo que todos los libros acaben o deban acabar en las pantallas. Como me dijo una vez Douglas Adams, más de veinte años antes de que apareciera el Kindle, un libro físico es como un tiburón. Los tiburones son viejos: ya había tiburones en el océano antes de los dinosaurios. Y la razón de que sigan habiendo tiburones por ahí es que los tiburones, a la hora de ser tiburones, son mejores que cualquier otro. Los libros físicos son resistentes, difíciles de destruir, a prueba de cuarto de baño, funcionan con luz solar, se adaptan bien a la mano: puestos a ser libros, son muy buenos, y siempre habrá un sitio para ellos. Su sitio está en las bibliotecas, del mismo modo que las bibliotecas se han convertido en lugares donde acceder a libros electrónicos, a audiolibros, a DVDs y a contenido web.

Una biblioteca es un repositorio de información y proporciona al ciudadano un acceso igualitario a dicha información. Eso incluye información sobre salud. E información sobre salud mental. Es un espacio comunitario. Es un lugar seguro, un refugio del mundo. Es un sitio donde hay bibliotecarios. Cómo serán las bibliotecas del futuro es algo que ya deberíamos estar imaginando.
En este mundo de texto y correo electrónico, un mundo de información escrita, la alfabetización es más importante que nunca. Necesitamos leer y escribir, necesitamos ciudadanos del mundo que puedan leer con soltura, comprender lo que están leyendo, entender los matices y hacerse entender.

En realidad, las bibliotecas son las puertas del futuro. Por lo que resulta lamentable que, por todo el mundo, las autoridades locales aprovechen la menor oportunidad para cerrar bibliotecas como vía fácil de ahorrar dinero, sin darse cuenta de que, para pagar hoy, le están robando al futuro. Se están cerrando las puertas que deberían abrirse.
Según un reciente estudio de la OCDE, Inglaterra es el “único país donde el grupo de mayor edad tiene mayor competencia en alfabetización y aritmética elemental que el grupo más joven, después de tener en cuenta otros factores como pueden ser el género, el entorno socioeconómico y el tipo de ocupación.”
O, para decirlo de otro modo, nuestros hijos y nuestros nietos están menos alfabetizados y tienen menos competencia aritmética que nosotros. Son menos capaces de manejarse en el mundo, de entenderlo para resolver problemas. Se les puede engañar y mentir con más facilidad, serán menos capaces de cambiar el mundo en el que se encuentran, serán menos empleables. Todo eso. Y como país, Inglaterra quedará por detrás de otros países desarrollados, pues carecerá de mano de obra cualificada.

Los libros son el canal por el que nos comunicamos con los muertos. El medio por el que aprendemos lecciones de aquellos que hace mucho que nos dejaron, la forma en la que la humanidad se ha construido así misma, ha progresado, ha incrementado su conocimiento en lugar de tener que volver a aprenderlo, una y otra vez. Hay cuentos que son más antiguos que la mayoría de los países, cuentos que han sobrevivido a las culturas y a las construcciones donde se contaron por primera vez.

Creo que tenemos responsabilidades para con el futuro. Responsabilidades y obligaciones para con los niños, para con los adultos en los que se convertirán, para con el mundo en el que tendrán que vivir.Todos nosotros, como lectores, como escritores, como ciudadanos, tenemos obligaciones. He creído necesario intentar exponer aquí algunas de tales obligaciones.

Creo que tenemos la obligación de leer por placer, en privado y en lugares públicos. Si leemos por placer, si otros nos ven leer, aprendemos, ejercitamos nuestra imaginación. Le mostramos a los demás que leer es saludable.
Tenemos la obligación de dar apoyo a las bibliotecas. De usar las bibliotecas, de animar a otros a usarlas, de protestar por el cierre de bibliotecas. Si no valoramos las bibliotecas, no valoramos la información, ni la cultura, ni el conocimiento. Silenciamos las voces del pasado y dañamos el futuro.
Tenemos la obligación de leer en voz alta a nuestros hijos. De leerles cosas que les gusten. De leerles cuentos de los que nosotros ya estamos aburridos. De ponerles voces, de hacerlos interesantes, y no dejar de leeremos porque hayan aprendido a leer ellos solos. Usemos el tiempo de lectura en voz alta como momento de vínculo, en el que no hay que consultar el móvil, dejando a un lado las distracciones del mundo.

Tenemos la obligación de usar el lenguaje. De exigirnos a nosotros mismos: de averiguar el significado de las palabras y cómo utilizarlas, de comunicarnos con claridad, de decir lo que queremos decir. No debemos fosilizar el lenguaje, o pretender que es algo muerto que debe ser reverenciado; debemos utilizarlo como algo vivo, que fluye, que se apropia de las palabras, que permite que los significados y las pronunciaciones cambien con el paso del tiempo.

Los escritores –en especial los que escriben para niños, pero todos en general– tenemos una obligación para con nuestros lectores: es la obligación de escribir cosas auténticas, especialmente importante cuando creamos historias de gente que no existe en lugares que nunca fueron; de entender que la verdad no está en lo que sucede sino en lo que nos cuenta de nosotros mismos. Al fin y al cabo, la ficción es la mentira que cuenta la verdad. Tenemos la obligación de no aburrir a nuestros lectores, de hacer que necesiten pasar las páginas. Una de las mejores curas para un lector reticente es una historia que no pueda parar de leer. Y si bien hay que contarle a nuestros lectores cosas auténticas, y proporcionarles armas y armaduras, y transmitirles cualquier sabiduría que hayamos podido obtener en nuestra corta estancia en este mundo, tenemos la obligación de no predicar, de no sermonear, de no embutir moral y mensajes predigeridos en la garganta de nuestros lectores, como hacen la aves adultas al alimentar a sus crías con gusanos masticados previamente; y tenemos la obligación de que nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia, escribir algo para niños que no leeríamos nosotros mismos.

Tenemos la obligación de entender y asumir que, como escritores para niños, nuestro trabajo es importante, porque si lo hacemos mal y escribimos libros aburridos que alejen a los niños de la lectura y de los libros, habremos mermado nuestro futuro y el de ellos.
Todos nosotros –adultos y niños, escritores y lectores– tenemos la obligación de soñar despiertos. Tenemos la obligación de imaginar. Es fácil decir que nadie puede cambiar nada, que estamos en un mundo en el que la sociedad es algo enorme y el individuo es menos que nada: un átomo en un un muro, un grano de arroz en un campo de arroz. Pero lo cierto es que los individuos cambian su mundo una y otra vez, construyen el futuro, y lo hacen imaginando qué cosas podrían ser distintas.

Miren a su alrededor; hablo en serio. Guarden silencio y miren a su alrededor, a la sala en las que nos encontramos. Voy a señalar algo tan obvio que solemos olvidarnos de ello. Se trata de los siguiente: todo lo que podemos ver, paredes incluidas, en algún momento, fue imaginado. A alguien le pareció que era más fácil sentarse en una silla que en el suelo e imaginó la silla. Alguien tuvo que imaginar una manera que permitiera que yo pueda estar hablando en este momento con ustedes en Londres sin tener que mojarnos. Esta sala y las cosas que hay en ella, y todas las demás cosas que hay en este edificio, en esta ciudad, existen porque, una y otra y otra vez la gente se puso a imaginar cosas.

Tenemos la obligación de hacer cosas bonitas. De no dejar el mundo tan feo como nos lo encontramos, de no vaciar los océanos, de no dejar nuestros problemas para la próxima generación. Tenemos la obligación de dejar las cosas limpias y ordenadas a nuestro paso, y de no dejarles a nuestros hijos un mundo estropeado, sin apenas progreso y paralizado por nuestra estrechez de miras.

Tenemos la obligación de decirle a nuestros políticos lo que queremos, de votar en contra de políticos de cualquier partido que no entiendan el valor de la lectura para crear ciudadanos que valgan la pena, de políticos que no quieran actuar para preservar y proteger el conocimiento y fomentar la alfabetización. No es cuestión de partidos políticos. Es una cuestión de humanidad.

Una vez le preguntaron a Albert Einstein sobre qué podíamos hacer para que nuestro hijos fueran inteligentes. Su respuesta fue tan simple como sabia: “Si quieren que sus hijos sean inteligentes”, dijo, “léanles cuentos de hadas. Si quieren que sean más inteligentes, léanles más cuentos de hadas.” Él comprendió el valor de la lectura y de imaginar. Espero que podamos darle a nuestros hijos un mundo en el que puedan leer y ser leídos, en el que puedan imaginar y comprender.”

Fuente del original: The Guardian, 15 de octubre de 2013