sábado, 8 de noviembre de 2025

✨ Beatrix Potter: la mujer que defendió su lugar en la ciencia y en los libros 🐰🌿

Desde que conocí a Beatrix Potter me fascinó. Quizás fue Peter Rabbit (o "Pedro, el conejo") —ese conejo travieso que se escapa al jardín del señor McGregor— me abrió las puertas a su universo. Pero con el tiempo, como educadora y mediadora de lectura, descubrí que su historia personal es tan inspiradora como sus cuentos. Beatrix no solo inventó personajes entrañables: también desafió las normas de su tiempo y reclamó el derecho de las mujeres a crear, investigar y ser escuchadas.

Nacida en una familia victoriana que esperaba de ella una vida doméstica, Beatrix prefirió observar la naturaleza antes que los salones. Dibujaba animales con detalle, coleccionaba insectos y estudiaba hongos con un rigor que asombraba incluso a los científicos. En 1897 presentó una investigación sobre los líquenes —una teoría adelantada a su tiempo— ante la Sociedad Linneana de Londres. Sin embargo, no se le permitió exponer su trabajo porque era mujer.

Y aunque esa puerta se cerró, Beatrix encontró otra: la literatura. En 1902 publicó El cuento de Peter Rabbit, y el éxito fue inmediato. A partir de entonces, sus libros —23 en total— combinaron precisión científica con ternura narrativa. Cada hoja, cada madriguera y cada mirada animal nacían de su observación directa del mundo natural. En ellos, los lectores encontramos más que historias: una invitación a mirar con curiosidad, a respetar la vida, a comprender la naturaleza desde la empatía.

Como bibliotecaria y mediadora de lectura, me maravilla cómo la obra de Beatrix sigue siendo una puerta a la sensibilidad, la igualdad y la educación ambiental. Su legado trasciende las bibliotecas: demuestra que la ciencia, el arte y la literatura no son mundos separados, sino caminos que se cruzan en el deseo de entender y cuidar el entorno.

Al final de su vida, Beatrix utilizó las ganancias de sus libros para comprar tierras en el Distrito de los Lagos, donde promovió la conservación ecológica. Legó más de 4.000 acres al National Trust, asegurando la protección de los hábitats que tanto amó. Décadas después, la misma institución científica que la rechazó reconoció su aporte con una disculpa formal.

Hoy, cuando hablamos de igualdad de oportunidades y del derecho de niñas y mujeres a expresarse en todos los campos —científico, artístico, educativo—, la figura de Beatrix Potter se vuelve más vigente que nunca. 

Ella nos recuerda que leer también es un acto de resistencia, y que cada historia puede abrir caminos donde antes solo había muros.

Dialoguemos:

¿Qué historias te inspiran a desafiar los límites? ¿Qué lecturas te invitan a mirar el mundo con nuevos ojos?

Te leo en los comentarios

Fuente: Basado en archivos del Museo Armitt y el Museo de Historia Natural de Londres. Este contenido es informativo y educativo.

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