Las bibliotecas no solo resguardan libros, también tejen lazos con sus lectores a lo largo de sus vidas. Un ejemplo inspirador es el de Lily Walter, una usuaria fiel de la Biblioteca Pública de Hubbard en Ohio, quien este mayo celebra su cumpleaños número 105.
El mes pasado, Lily visitó la biblioteca para renovar su carnet, reafirmando su amor inquebrantable por los libros, un hábito que ha cultivado por más de un siglo. “En tiempos difíciles, la lectura puede transportarte a un lugar mejor”, comentó en una entrevista. Su testimonio nos recuerda que leer no solo es un placer, sino también una fuente inagotable de aprendizaje y compañía.
📖 Las bibliotecas como espacios de vida y comunidad
El caso de Lily Walter es un recordatorio del papel fundamental que tienen las bibliotecas en la vida de sus usuarios. No solo son espacios de acceso al conocimiento, sino también refugios emocionales y puntos de encuentro intergeneracionales.
Para quienes trabajamos en educación y mediación de lectura, su historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de fidelizar a nuestros lectores, creando experiencias significativas que los hagan volver una y otra vez.
Fomentar el hábito de la lectura desde la infancia y consolidar el vínculo con la biblioteca en todas las etapas de la vida es clave para construir comunidades más informadas, críticas y solidarias.
📚 ¿Cuál ha sido tu experiencia más significativa en una biblioteca? ¡Cuéntanos en los comentarios! 💬
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